jueves, septiembre 22, 2005

Alexandre-Emile Béguyer de Chancourtois



Alexandre-Emile Béguyer de Chancourtoise (1820-1886), creador de la Hélice Telúrica.

La Hélice Telúrica de Chancourtois

La Hélice Telúrica de Chancourtois - Original



De la publicación original de Chancourtois.

La Hélice Telúrica de Chancourtois - Construcción



G = Glucinium (berilio)
Az = Azot (nitrógeno)
Fl = Flúor
Ph = Phosphor (Fósforo)

Jean-Baptiste André Dumas



Jean-Baptiste André Dumas (Alès, Francia, 1800 - Cannes,Francia, 1884). Uno de los principales químicos franceses de su tiempo.

Clasificación de los Elementos con base en su Peso Atómico

A partir de los trabajos de Döbereiner la tendencia fué correlacionar las propiedades de los elementos con su peso atómico; es decir, utilizar como parámetro más característico de un elemento a su peso atómico, tal y como se establecía en la teoría atómica de Dalton. En esta dirección apuntan los trabajos de Dumas (1840), Chancourtois (1862), Newlands (1863 y 1865), y Oddling (1865).

El francés Jean Baptiste André Dumas (1800 - 1884) agregó algunos elementos a las triadas de Döbereiner; por ejemplo, anexó el Magnesio a la triada Calcio-Estroncio-Bario, y confirmó analogías entre los elementos de la misma triada.

El también francés Alexandre-Emile Beguyer de Chancourtois (1820 - 1886) propuso una de las formas más atractivas desde el punto de vista visual para clasificar a los elementos: la llamada Hélice Telúrica.

Chancourtois utilizó un cilindro vertical con 16 líneas equidistantes en su superficie paralelas al eje del cilindro. Enseguida dibujó una hélice (tirabuzón) a 45° del eje y acomodó en ella a los elementos en orden creciente de acuerdo con su peso atómico. De esta manera, los elementos que diferían entre sí en peso atómico en aproximadamente 16 unidades o múltiplos de 16 caen mas o menos en la misma línea vertical y sorprendentemente, estos elementos tenían propiedades similares.

Con lo anterior, Chancourtois postuló en una forma un tanto romántica y decimonónica: Las propiedades de los elementos son las propiedades de los números.

El químico inglés John Alexander Reina Newlands (1837 - 1898) ordena los elementos conocidos en orden creciente de peso atómico y observa que si se empieza a contar a partir de alguno de ellos, el octavo elemento tiene propiedades similares al inicial. A este hecho, Newlands le llamó la Ley de las Octavas como analogía con la escala musical; pues si partimos de una nota cualquiera de aquélla, por ejemplo Re, ocho notas después encontramos otro Re más agudo o más grave (una octava más alto o una octava más bajo).

Al parecer Newlands fue objeto de burlas por su Ley de las Octavas; pero ahora reconocemos su trabajo y admitimos que, en cierta medida, resalta (siguiendo con el lenguaje musical) la armonía que existe entre las propiedades de los elementos.

En 1865 el inglés William Odling (1829 - 1921) desarrolló las ideas de Newlands en forma de tabla, se fijó más en las similitudes de las propiedades que en la Ley de las Octavas. Por alguna razón su trabajo, que recuerda a algunas tablas periódicas modernas, pasó prácticamente desapercibido.

Max von Pettenkofer



Max von Pettenkofer (1818-1901).

Hacia 1850, Pettenkofer observó que el peso atómico de algunos elementos se diferencia uno del otro en un múltiplo de ocho.

Fundó el primer Instituto de Higiene en Munich, Alemania.

Johann W. Döbereiner



El químico de la Universidad de Jena Johann W. Döbereiner (1780 - 1849) propuso el concepto de triada en 1829.

Clasificación de los Elementos de Acuerdo con sus Propiedades Químicas. Las triadas de Döbereiner

Hacia 1829 el químico alemán Johann W. Döbereiner (1780 - 1849) formó grupos de tres elementos con propiedades químicas semejantes a los que llamó triadas.

Por ejemplo, el Cloro, el Bromo y el Iodo constituyen una triada; pues forman el mismo tipo de sales, el mismo tipo de ácidos; en fin, reaccionan de manera similar ante la misma sustancia.

Döbereiner advirtió además que si se disponan los elementos de la triada en orden creciente de peso atómico, el promedio de los pesos de los elementos extremos, es parecido al peso atómico del elemento de enmedio. Por ejemplo, para la triada Cloro, Bromo, Iodo los pesos atómicos son respectivamente 35.5, 80 y 127; si sumamos 35.5 + 127 y dividimos entre dos, obtenemos 81.25, que es aproximadamente 80 (el peso del Bromo).

Otras triadas de Döbereiner son: Litio, Sodio, Potasio; Calcio, Estroncio, Bario; y Azufre, Selenio, Teluro.

Algunas triadas de Döbereiner.

Elemento Peso At. Promedios

Cloro 35.5
Bromo 80 (127+35.5)/2=81.25
Iodo 127

Litio 7
Sodio 23 (7+39)/2=23
Potasio 39

Azufrea 32
Selenio 79 (32+126.7)/2=79.35
Teluro 126.7

Clasificacion de los Elementos de Acuerdo con sus Propiedades. Metales y No metales.

Se conoce un gran número de sustancias distintas en la naturaleza, sabemos que las sustancias son distintas porque tienen diferentes propiedades. La mayor parte de ellas son compuestos, es decir, están formadas por átomos diferentes; pero un poco más de cien son elementos. Al conocerse la diferencia entre elementos y compuestos los químicos pudieron empezar con el estudio sistemático de las propiedades de los elementos por separado. Dado que el número de elementos es relativamente grande, surgió la necesidad de clasificarlos, de hacer una taxonomía para ellos. La manera lógica y natural de hacerlo es agruparlos de acuerdo con sus propiedades; es decir, reunir en la clasificación a los elementos que tengan propiedades similares.

Una de las primeras clasificaciones de los elementos se basó en la observación de sus propiedades físicas; los elementos podían dividirse en dos grandes grupos: en el primer grupo se colocaban aquellos elementos brillantes, relativamente duros, buenos conductores de la corriente eléctrica y del calor, dúctiles (que pueden deformarse en hilos) y maleables (que pueden formar placas muy delgadas). En el segundo grupo se colocaba a los elementos que no tenían estas propiedades.

El primer grupo se llama de los Metales y cualquiera de nosotros puede identifir fácilmente a las sustancias metálicas mediante la simple observación de las propiedades citadas. Cabe aclarar que ninguna sustancia en la naturaleza tiene todas las características ideales para ser el metal por excelencia; pero llamamos metales a las subtancias que reunen varias de ellas.

El segundo grupo es el de los No Metales.

Ejemplos de elementos metálicos son el Oro, la Plata, el Cobre, el Zinc, el Hierro, el Aluminio y el Magnesio.

No metales son el Azufre, el Oxígeno, el Hidrógeno, el Nitrógeno, el Fósforo. Debe notarse que todos los elementos que son gases en estado natural como el Oxígeno, son no metales; pues no son brillantes, ni duros, ni dúctiles, ni maleables; además son malos conductores de la corriente eléctrica; es decir, son aislantes.

Aún en nuestros días seguimos haciendo uso de esta división para describir a los elementos; pero esta clasificación tiene dos defectos fundamentales:

1) existen elementos que no pueden ser clasificados como metales o no metales; v.g. el Carbono. El Carbono en su forma de grafito es quebradizo, por lo tanto no es dúctil, ni maleable; pero es un buen conductor de la corriente eléctrica. Algunos autores llaman a este tipo de elementos metaloides.

2) la división de los elementos en sólo dos tipos sigue dejando grupos muy grandes, lo cual no facilita su estudio.

Para tratar de resolver este segundo problema, los químicos comenzaron a fijarse en las propiedades químicas y se hicieron algunas subdivisiones, como la muy conocida para los metales al clasificarlos en bajos: muy reactivos, y nobles: poco reactivos (no se rozan con la plebe). Desde este punto de vista los metales como el Hierro o el Cobre son bajos; pues reaccionan con facilidad y con un gran número de sustancias. Todos sabemos que el Hierro se oxida fácilmente en contacto con el aire o con el agua, y que las pulseras de Cobre ponen verde la piel al reaccionar con las secreciones corporales. El Oro es un metal noble, por ello se utiliza en joyería pues no pone verde la piel, no se "ensucia" y no cambia de color (además se usa porque es uno de los metales más dúctiles y más maleables).

Aún con esta subclasificación, los grupos de elementos siguen siendo grandes y pronto se hizo evidente que la mejor manera de clasificar a los elementos era a través de sus propiedades químicas.